martes, 22 de octubre de 2013

Las nubes de Azorín



El autor narra una versión diferente sobre el desenlace de la obra de la Celestina de Fernando de Rojas. En ésta ninguno de los protagonistas muere. Es más, se casan y tienen una hija, Alisa. Azorín se sirve de las nubes y la descripción de todas sus clases para expresar la idea principal del texto: el eterno retorno.

Esta idea se ve reflejada en el momento en el que Calisto está pensativo en su casa y contempla como el inicio de su historia de amor que él un día vivió se vuelve a repetir, pero esta vez de mano de su hija. Esa idea de eterno retorno queda recogida principalmente en los siguientes fragmentos: “las nubes nos dan una sensación de inestabilidad y eternidad…Estas nubes que miramos las miraron hace doscientos, quinientos, mil, tres mil años, otros hombres con las mismas pasiones y las mismas ansias que nosotros” y “vivir es ver volver. Es ver volver todo en un retorno perdurable, eterno; ver volver todo –angustias, alegrías, esperanzas- como esas nubes que son siempre distintas y siempre las mismas, como esas nubes fugaces e inmutables”.


Por último y en cuanto a la forma, destaca descripción profunda y abundante, a través de la cual podemos llegar a conocer con gran detalle el entorno en el que se desarrolla la acción y el mundo interior de Calisto en ese momento de su vida. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario